Lubolo
Tipo: Máquina musical rodante.
Motivo: Concurso para Hello Wood Festival.
Ubicación: Kapolcs, Hungary.
YY: 2019

Máquina imaginada e imaginante en estado de prueba y error que opera desde su propia disfuncionalidad inicial hacia un pretendido final incierto. Un engranaje que se activa a través de la autodeterminación cultural y la acción conjunta.
Lubolo cobra sentido con la acción de las personas que activan su desplazamiento al caminar en él y en ese movimiento se libera su magia comunicativa, es la poética manifiesta de la interacción humana. No tiene una pretensión de funcionalidad, simplemente transcurre.
Lubolo trasvasa el límite de una simple taxonomía, se presenta como objeto performativo, como máquina, como espacio, tiene un carácter urbano-rural de desplazamiento y expresión.

Al andar a cada lado del dispositivo, como en dos grandes ruedas de hámster, las dos personas que accionan el mecanismo musical y deben coordinar, sin verse, una velocidad pareja, evocando la cooperación con comunicación restringida que ocurre entre quienes aún no hablan la lengua del lugar donde les ha tocado habitar y aún así se unen al esfuerzo colectivo de construir sociedad rompiendo barreras y creando una nueva entidad cultural híbrida.








Es un híbrido entre las tecnologías de fabricación digital y las invenciones mecánicas de la era medieval. Un emisario atemporal de baja energía, con autonomía en relación a la intervención externa humana o no: únicamente se acciona al entrar en movimiento.




Equipo de proyecto: Nacho Correa, Santiago Vera, Agustín Dieste, Paco Hernández, Rosina Secondi.
Equipo de colaboradores: Nicolás Boscoboinik, Vanja Ivkovic, Yara Samaha, Changtao Guo, Regina Zgólay.